El sargento Billy Colón-Crespo y el sargento Ramón Ramírez Castro estaban respondiendo a un robo a mano armada en una panadería de Puerto Rico, pero una distracción les costo la vida.

La policía detuvo a dos ladrones, pero no pudo mantener un ojo en tanto y como uno estaba siendo abofeteados, el otro abrió fuego, asesinando a los dos oficiales. El tirador luego tomó un arma calibre .357 de la policía  y les dieron el tiro de gracia. Los sospechosos huyeron de la escena con un cómplice que los esperaba en un carro.

Todo el incidente fue capturado en cámara CCTV del negocio, las imágenes ayudaron a la policía a capturar y detener a los ladrones.