Cientos de personas que llegaron a Tijuana con la primera ola de la caravana de migrantes planeaban pasar la noche del miércoles en un campamento improvisado junto al Océano Pacífico, a pasos de la alta valla fronteriza que separa a México y los Estados Unidos. Pero esos planes cambiaron en la noche, después de que los funcionarios locales y estatales abrieron un refugio temporal, y cerca de 300 residentes locales se reunieron en el campamento para exigir que los migrantes abandonen el exclusivo vecindario de Playas de Tijuana y vayan a las instalaciones.
Durante una confrontación que duró más de tres horas, los residentes del área cantaron el himno nacional mexicano y ondearon banderas mexicanas. Ellos cantaron "México! ¡México! ”Cada vez que un autobús que transporta a los migrantes salía de la playa hacia el refugio temporal. La mayoría de las mujeres y los niños fueron a los refugios, mientras que los jóvenes de la caravana dijeron que estaban decididos a permanecer juntos en la playa y esperar a los 2,000 miembros más de la caravana que se dirigían a Tijuana.
Empujando, empujando, pateando y un par de golpes estallaron entre masas de residentes y migrantes, iluminados por la luna creciente y las torres de luz móviles, establecidas por las autoridades en la playa en el lado estadounidense de la frontera. Más de tres docenas de policías municipales y federales observaron, separando a las personas y tratando de evitar que la situación se convirtiera en peleas y caos.
Después de la medianoche, los residentes agredieron a periodistas e hirieron a al menos tres, según informan los periodistas.
Para el jueves, los migrantes habían abandonado la playa y se habían unido a cientos de miembros de caravanas en un refugio temporal en el complejo deportivo Benito Juárez. El complejo tiene espacio para que 3,000 personas duerman en colchones delgados en el piso de una cancha de básquetbol de interior, en grandes tiendas comunales y en tiendas de campaña individuales, según un funcionario local.
“El mensaje a la población migrante es muy claro”, dijo Francisco Rueda Gómez, secretario general del estado de Baja California. "Les estamos brindando apoyo humanitario, atención médica y alimentos, sin embargo, debemos tener en cuenta las reglas de los refugios para que puedan convivir en armonía con la población local".
La violenta noche marca lo último en tensiones crecientes a medida que las oleadas de migrantes llegan a la ciudad fronteriza al sur de San Diego, culminando un viaje de un mes a través de México.
El conflicto fue anunciado más temprano en el día en la playa. Por la tarde, dos grandes grupos de migrantes, un total de aproximadamente 750 personas, habían llegado a Tijuana. Los refugios para migrantes de la ciudad tenían espacio limitado cuando llegó la caravana. Una gran parte de los migrantes dijeron que no querían estar separados, optando en cambio por dormir en la playa.
El miércoles por la noche, los funcionarios de la ciudad y del estado anunciaron que abrirían un refugio temporal en el complejo deportivo Benito Juárez, donde 360 inmigrantes podrían dormir en colchones delgados en una cancha de básquetbol cubierta. Comenzaron a ofrecer autobuses desde la playa hasta el refugio alrededor de las 6 p.m.
Mientras tanto, los residentes de Playas de Tijuana marcharon por el vecindario para pedir seguridad y exigir que los migrantes fueran a los refugios.
Para las 8:30 p.m., cientos de residentes y migrantes se habían congregado en la playa, con residentes locales que exigían que los inmigrantes abandonaran el espacio público en la playa.
"Este no es un lugar apropiado para ellos", dijo un residente local. "Hay lugares apropiados para ellos".
Un migrante hondureño, Jairo Sorto, les dijo a los residentes que a lo largo de su largo viaje a través de México, la gente los había recibido y apoyado, hasta ahora.
"Hemos caminado a través de México y ningún estado dijo" no queremos inmigrantes en este país ", dijo Sorto. Preguntó por qué los residentes del área trataban a los migrantes de manera diferente.
El último autobús partió hacia el refugio temporal alrededor de las 11 p.m., dejando aproximadamente 200 lugareños y unos 100 migrantes reunidos en la playa. Algunos migrantes intentaron dormir a través de la conmoción, tendidos en parches de hierba, con mantas sobre sus cabezas.
"Por esta razón, porque esto es opresión, preferimos estar en las calles, en el frío, en lugar de en una cárcel", dijo Mujica.
Hay al menos tres caravanas de migrantes separadas que serpentean a través de México. Casi 900 personas de la primera caravana llegaron a Tijuana esta semana y el miércoles por la noche, los funcionarios locales y estatales estimaron que 2,000 más estaban en camino. Varios cientos de esos 2,000 llegaron el jueves por la mañana, según informes locales. Una segunda caravana comenzó a llegar a la Ciudad de México el martes y, a partir del miércoles, una tercera caravana viajaba a través de Veracruz, en el lado este de México.
Rueda Gómez, con el gobierno de Baja California, dijo que los refugios para migrantes de Tijuana actualmente tienen espacio para 700 migrantes, además de los 3,000 lugares en el complejo deportivo.
Gustavo Magallanes, quien supervisa los asuntos de migrantes en el estado de Baja California, dijo que la llegada de las caravanas a Tijuana no es una crisis humanitaria. El desafío, dijo, es que muchas personas están llegando en tan poco tiempo. Además de eso, dijo, hay recursos limitados disponibles para los migrantes, ya que los gobiernos estatales y locales están llegando al final de sus años fiscales.
Rebecca Plevin cubre la inmigración para el Desert Sun. Llévela a rebecca.plevin@desertsun.com o al 760-218-0021.
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