Líderes mundiales y empresarios de élite están ingiriendo la sangre de niños pequeños para lograr la "eterna juventud", advierte un informe de la CBS.

Lo que una vez fue descartado como una "teoría de la conspiración" ahora está siendo reconocido públicamente por multimillonarios y los medios de comunicación principales.

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“¿Se puede encontrar el secreto de la juventud eterna en las transfusiones de sangre de los jóvenes? Algunos afirman que las transfusiones con "sangre joven" de adolescentes pueden revertir el proceso de envejecimiento ", se lee en el informe de CBS.

Thefreethoughtproject.com informa: "Estoy buscando cosas de parabiosis, lo que creo que es muy interesante. Aquí es donde hicieron la sangre joven en ratones más viejos y descubrieron que tenía un efecto rejuvenecedor masivo ", dijo Peter Thiel, el multimillonario cofundador de PayPal y asesor de Donald Trump a la revista Inc. "Creo que hay muchas de estas cosas que han sido extrañamente poco exploradas".

Pero ya no es un experimento solo con ratones. La nueva empresa de Jesse Karmazin, Ambrosia, está haciendo esto con los humanos, y los ricos se están alineando para obtener la sangre de los jóvenes.

“Sus cerebros son más jóvenes, sus corazones. Su cabello, si era gris, se vuelve oscuro otra vez ", dijo Karmazin sobre el tratamiento.

Como informa Vanity Fair, Ambrosia, que compra su sangre de los bancos de sangre, ahora tiene alrededor de 100 clientes que pagan. Algunos son tecnólogos de Silicon Valley, como Thiel, aunque Karmazin hizo hincapié en que los tipos de tecnología no son los únicos clientes de Ambrosia y que cualquier persona mayor de 35 años es elegible para sus transfusiones.

Como informó The Free Thought Project en enero, un estudio publicado en Science and Nature Medicine reveló que la transfusión de sangre de ratones jóvenes a ratones viejos en realidad puede prevenir los síntomas del envejecimiento. Este descubrimiento innovador podría llevar a avances médicos y al desarrollo de nuevos medicamentos. Sin embargo, un informe del medio de noticias de Vice Health "Tonic" ha señalado aplicaciones mucho más siniestras para este conocimiento.

Se sugirió en el informe que las elites del envejecimiento utilizan la sangre de los jóvenes como un tipo de suero juvenil. Ahora, sabemos que en realidad lo están usando.

"Descubrimos que era seguro y factible administrar infusiones de plasma joven semanalmente", dijo la Dra. Sharon Shaw, investigadora de Alzheimer en Stanford.

El año pasado, el periodista Jeff Bercovici hizo un reclamo similar después de haber realizado varias entrevistas con aristócratas de Silicon Valley, incluido Peter Thiel, y se enteró de este procedimiento de transfusión llamado "parabiosis", donde se utiliza la sangre de los jóvenes para prevenir el envejecimiento.

"Hay rumores generalizados en Silicon Valley, donde la ciencia de la extensión de la vida es una obsesión popular, de que varias personas adineradas del mundo tecnológico ya han comenzado a practicar la parabiosis, gastando decenas de miles de dólares en los procedimientos y la sangre de personas jóvenes, y "Repitiendo el ejercicio varias veces al año", informó Bercovici.

En su artículo, Bercovici también expresó su preocupación por un mercado negro en desarrollo para la sangre de los jóvenes.

Si bien ciertamente no hay nada de malo en que los adultos jóvenes dispuestos a vender su sangre a la élite, el tema subyacente de esta práctica tiene fuertes raíces en lo oculto.

En la mayoría de las culturas modernas, el asesinato masivo y el sacrificio humano todavía se llevan a cabo al aire libre al amparo de la guerra, mientras que muchos sostienen que el canibalismo también se produce pero a puerta cerrada.

Es solo en los últimos cientos de años que la práctica del canibalismo entre la realeza no ha sido publicada. En Europa, en la época de la Revolución Americana, la "medicina del cadáver" era muy popular entre la clase dominante, incluso Carlos II elaboró ​​la suya propia.

El Dr. Richard Sugg, de la Universidad de Durham, ha llevado a cabo una extensa investigación sobre la práctica de la medicina de cadáveres entre la realeza.

“El cuerpo humano ha sido ampliamente utilizado como agente terapéutico con los tratamientos más populares que involucran carne, huesos o sangre. El canibalismo se encontró no solo en el Nuevo Mundo, como se creía a menudo, sino también en Europa ”, dijo Sugg.

“Una cosa que raramente nos enseñan en la escuela, sin embargo, se evidencia en los textos literarios e históricos de la época es esto: James I rechazó la medicina de cadáveres; Carlos II hizo su propia medicina de cadáveres; y Carlos I se convirtió en medicina de cadáveres. "Junto con Carlos II, eminentes usuarios o prescriptores incluyeron a Francisco I, el cirujano de Elizabeth I, John Banister, Elizabeth Gray, la condesa de Kent, Robert Boyle, Thomas Willis, William III y la reina Mary", agregó.

Si esto no fue lo suficientemente extraño, la actual familia real de Inglaterra afirma ser descendientes directos del Príncipe Vlad III Drácula de Valaquia (Rumania moderna). Este fue el gobernante enfermo y depravado, Vlad el Empalador, conocido como un carnicero y que eventualmente se convirtió en la inspiración para las historias de vampiros más famosas de la historia.

Aparte de los horrendos antecedentes históricos y ocultos de tales prácticas, hay una falta de datos que sugieran que el proceso incluso funciona. A pesar de las afirmaciones de Karmazin de que "la sangre joven está causando cambios que parecen hacer que el proceso de envejecimiento se revierta", los científicos aún tienen que identificar un vínculo entre las transfusiones de sangre de los jóvenes y cualquier beneficio de salud tangible.

"Simplemente no hay evidencia clínica [de que el tratamiento sea beneficioso], y básicamente estás abusando de la confianza de la gente y de la emoción del público en torno a esto", el neurocientífico de la Universidad de Stanford Tony Wyss-Coray, quien realizó un estudio de 2014 sobre jóvenes El plasma sanguíneo en ratones, dijo a la revista Science el verano pasado, según lo informado por Vanity Fair.